Todo apuntaba a fiesta en la Romareda, campo lleno, buena tarde y con un publico entregado, pero al final la afición zaragocista sufrió un duro varapalo al perder por 1 a 3 contra un rival directo como Osasuna.
Los goles en la segunda mitad de Camuñas, Sergio y Kike Sola, daban al traste con el primer gol de la tarde noche, conseguido por Angel Lafita, en un partido malo y que el Real Zaragoza estuvo bastante espeso, tanto en ataque como en defensa.
Tres tiros entre los tres palos en todo el partido de los Navarros, fueron suficiente para conseguir tres goles que dieron la victoria al equipo de Mendilibar.
Uche tuvo en sus botas el finiquitar el partido con el dos a cero, pero el que perdona la paga, y esto fue lo que le ocurrió al bloque de Aguirre.
Habrá que hacer borrón y cuenta nueva lo antes posible, se perdió una batalla, pero no la guerra.
Tres nuevas batallas nos esperan, la primera el miércoles en Anoeta.
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