Como venimos anunciando la ineficacia goleadora y atacante es cada vez más alarmante. En el Molinón se dejó patente que no le metemos un gol al arco iris. Y no es precisamente por la ocasiones generadas, si no por que es realmente difícil crear peligro en la portería contraria. Actualmente solo podemos aspirar a entramar un buen sistema defensivo, y no cometer ningún error en la zaga para conseguir un misero empate, que no nos soluciona nada debido a nuestra delicada posición en la tabla.
Los aficionados observan impasibles como cuesta dios y ayuda llegar al área rival con fluidez, esperando que el equipo rival no marque primero, ya que se observa que la reacción y la consecución de dos goles seguidos zaragocistas parecen a día de hoy una utopía.
Habrá que confiar de aquí a final de temporada en un jugador, el cual lleva dos lesiones muy graves en dos años, y el cual como es normal no se encuentra aún en forma para disputar 60 min. de partido, pero el que según palabras del club, era el mejor fichaje del mercado de invierno.
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