QUE VIENE EL LOBO

Transcurrida buena parte de la primera vuelta, observamos como nuevamente el barco blanquiazul empieza a emprender rumbo a la deriva. Esta situación ya la hemos vivido anteriormente, por lo que no nos pilla de sorpresa y los aficionados ya estamos hartos de esta tomadura de pelo que es el actual Real Zaragoza.
Una vez más la nefasta gestión del Sr. Agapito Iglesias hace mella en el zaragocismo. No estamos ni a favor ni en contra de un señor, el cual decidió a finales de Mayo de 2006  comprar las acciones de Alfonso Solans. La culpa, las actuales Sociedades Anonimas Deportivas, que pasan de unas manos a otras como un juguete, de niños consentidos, tras desaparecer los Clubes Deportivos, y sus respectivos Presidentes, los cuales eran elegidos democráticamente. 
Los números cantan. Actualmente se arrastra una deuda de 145 millones de euros, cuando en Mayo del 2006 la deuda era de 70 millones. Se ha duplicado. Por lo que sobran las palabras de la gestión del actual propietario del Real Zaragoza, y no nos valen los futuros proyectos que había en la mesa cuando este señor entro a las oficinas de Eduardo Ibarra, oficinas recalificadas, proyecto de nuevo Estadio, etc...
O bien, le metieron un gol por toda la escuadra, o bien, el gol nos lo esta metiendo él a todos los zaragocistas.
La última, agarrarse con uñas y dientes a la Ley Concursal, para poder sobrevivir.
En el plano deportivo no puede ir peor, colistas, con una plantilla confeccionada a trancas y barrancas a última hora. Con una Ciudad Deportiva que en sus tiempos fue la envidia de las canteras del fútbol español y que ahora poco o nada pinta ya. Con un equipo ''B'' que subió a la categoría de bronce a golpe de talonario y que también es colista. La salida de técnicos de la casa con prestigio y conocedores del fútbol aragonés, para traer técnicos de fuera de la comunidad y conseguir nulos resultados. Con un patrimonio actual que equivale a ''0''.
Parece que el enfermo terminal esta cada día peor, y el cuento del lobo y Caperucita parece que asoma de nuevo por la Romareda. Y esta vez va en serio, si el  equipo desciende, no habrá enfermo en situación tan terminal que pueda sobrevivir en el pozo de la segunda división.